¡Muy buenas a tod@s!
Hoy quería tocar un tema bastante desconocido. Un tema que, aunque no lo parezca, es bastante necesario en este mundillo tan curioso de la conservación y restauración.
Estoy hablando del papel del dorador, alguien especializado en los dorados de una obra. O, mejor dicho, la persona que se encarga de que todo aquello áureo vuelva a recuperar su estado y color original.
Hay muchos elementos dorados en las obras (¡y ya no hablemos en el arte barroco!), desde pequeños elementos en algunos marcos, marcos enteros, y lo más evidente: retablos completos.
¿Quién no ha ido de visita a un pueblo y al entrar en su iglesia ha visto algo así, por pequeñita que ésta sea?
Así que hoy me voy a centrar en dar a conocer la labor que desempeñan estos especialistas.
Hagamos una breve introducción histórica:
Es muy frecuente que la pintura sobre tabla presente zonas
realizadas con técnicas de dorado. En la pintura medieval estas técnicas se emplean incluso en la
propia composición pictórica.
Giotto di Bondone, El Stefaneschi Tríptico, (1330), temple y dorado sobre tabla
Ciudad del Vaticano (Italia).
En épocas posteriores, el dorado se emplea casi exclusivamente en el enmarcado y estructuras arquitectónicas y escultóricas de los retablos.
Simón de Pineda, Retablo de la Iglesia del Hospital de la Caridad, Sevilla
(1670-1673). Dorado y policromía de Valdés Leal.
Pierre-Auguste Renoir, Paisaje del Sena, (hacia 1879). Óleo sobre tela.
En algunas partes del marco se ve un fondo rojo. Esto es llamado BOL.
Es una sustancia que se aplica sobre el marco de madera para tapar porosidades,
proporcionar cierta tonalidad al dorado y
permitir que las finas láminas de pan de oro se adhieran con facilidad.
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Ejemplo de Bol. En este caso, de tonalidad ocre.
Existen principalmente 3 tipos de Bol: Negro, Rojo y Ocre.
Sobre el Bol se colocan las láminas de pan de oro.
Detalle de una lámina de pan de oro.
Otro punto es que, antiguamente, se doraba en escuelas (las llamadas escuelas de artesanos), pero más adelante empezó a hacerse en talleres, incluso en talleres propios.
Por otro lado, existen también diferencias en las capas preparatorias para el dorado según la situación geográfica. Así, tenemos dos grandes diferencias:
1. Las escuelas del centro y norte de Europa. Durante los ss. XV y XVI
preferían los estratos obtenidos mediante cola animal (cola de pescado) o
caseína (proteína de la leche) + carbonato cálcico (blanco de España o creta).
2. La escuelas y talleres del área mediterránea. A partir del siglo
XIV se decantan por las preparaciones realizadas con cola
animal + sulfato cálcico (gesso, yeso), llamado en Valencia "panet".
Y con esto llegamos a la parte de las técnicas de dorado y su material.
Existen cuatro técnicas principales:
- Dorado al agua
- Dorado al mixtión o a la Sisa
- Dorado a la concha
- Platas y corlas
Dorado al agua
Consiste en aplicar una fina lámina de pan de oro adherida con un adhesivo proteico muy diluido, sobre un estrato arcilloso, generalmente rojo (Bol). El adhesivo del Bol se reblandece con agua, para luego bruñir la lámina de oro con una piedra ágata o un diente de animal.
Diferentes tipos de piedra ágata para bruñir.
La naturaleza arcillosa del Bol permite el bruñido de la lámina metálica y obtener una superficie muy lisa y brillante.
Las láminas de pan de oro son de oro batido, aunque también las hay de plata, cobre o aluminio (según el resultado final deseado).
Son tan finas que llegan a tener un grosor de 0,006 mm. Las láminas de oro puro son de 22 quilates.
Existen también las llamadas láminas "de oro falso", de un mayor grosor y formadas por aleaciones de cobre, estaño o zinc.
¡Empecemos a dorar!
El adhesivo se aplica al elaborar el Bol: arcilla + cola animal (de
pescado). Tras secar, se bruñe el Bol con un
cepillo de cerdas gruesas (perrillo). El Bol se vuelve mordiente al
humedecerlo con agua. Se corta la lámina metálica con el
cuchillo de dorador sobre el
pomazón y se aplica suavemente
con una polonesa.
Se aplica el oro, presionándolo con
un pincel suave. Cuando el adhesivo está casi seco se bruñe, se le saca brillo, con la
piedra de ágata.
Material para dorar.
Dorado al mixtión o a la Sisa
Entre estas dos técnicas, la diferencia reside en el tipo de adhesivo.
Si la hoja de oro se adhiere con un
adhesivo graso ( aceite + resina) es al
mixtión.
Si la hoja de oro se adhiere con un
adhesivo acuoso (acrílico) es a la Sisa.
Esta técnica no permite el bruñido, por lo que el
acabado es mate, menos liso y
brillante que con el dorado al agua.
Pero, se puede dorar sobre cualquier
superficie (el bol no es
imprescindible).
Dorado sobre alabastro. Virgen con el niño. (Hacia 1543)
Atribuido al escultor renacentista Gregorio Pardo.
En el dorado al mixtión el adhesivo se aplica a la superficie (con o sin bol). Se deja secar hasta que el adhesivo está mordiente y se aplica el pan de oro.
Un ejemplo más reciente:
El pan de oro se ha usado desde la alta Edad Media. Si bien su uso ha decaído mucho durante los siglos XX y XXI, existen algunos ejemplos de finales del siglo XIX y principios del XX. Y uno de ellos es el del conocido artista Gustav Klimt. Para su obra utilizó el dorado al mixtión.
Gustav Klimt. Retrato de Adele Bloch-Bauer I. (1907).
Óleo y oro sobre tela. Neue Galerie, Nueva York (EUA).
Dorado a la concha
En esta técnica el oro se presenta en polvo,
aglutinado con un adhesivo
proteico.
Se emplea para pequeños
elementos decorativos en
pintura y miniaturas. Actualmente se comercializa en
polvo o aglutinado con goma
arábiga. De esta forma, al tener ya el aglutinante incorporado, sólo necesitamos agua para trabajar con él.
Es una de las técnicas preferidas para trabajar hoy en día, ya que simplifica bastante el proceso.
Oro en concha. Actualmente se le llama "de pepita".
Página iluminada de un manuscrito medieval.
La página es de pergamino y se ha utilizado el dorado a la concha
para proporcionar un toque brillante a los detalles.
Platas y Corlas
Las láminas de plata, por su coloración, fueron usadas para simular el aspecto de los metales, tales como armas y armaduras.
También fueron utilizadas para simular el oro, debido a que éstas son más baratas. Estas láminas están cubiertas por un barniz dorado (corla), que le proporciona dicha tonalidad.
Este tipo de dorado puede realizarse tanto al agua como al mixtión y generalmente se hace sobre Bol negro o rojo. Aunque al ser una corla, necesita un barniz de protección, pues no es tan resistente como el oro.
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Escudo de armas. Los elementos dorados están compuestos por una corla.
En cuanto a la composición de la corla, antiguamente se trataba de mezclas de aceite de lino + resinas + colorantes y
pigmentos, para obtener una fina veladura. Pero a partir de los siglos XVII-XVIII se introducen las mezclas con base de alcohol.
La aplicación de la corladura debe hacerse con pinceles de pelo
suave y es realmente complicado, por la evaporación rápida del
alcohol y por la transparencia propia del material, poder obtener
superficies curtidas totalmente uniformes.
Y hasta aquí puedo contar. El proceso de dorado llega a su final.
Por si tenéis curiosidad, dejo por aquí abajo un par de links de vídeos del proceso de dorado. Después de verlos, imaginad todo este proceso en un retablo barroco entero...¡Hay faena para rato!
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