En la técnica reintegradora del Tratteggio, el método es muy similar al Rigattino. En diversos libros y manuales de conservación y restauración, los autores los califican de sinónimos. Aunque su diferencia reside en dos aspectos: a diferencia del Rigattino, el Tratteggio puede aplicarse con líneas yuxtapuestas entre sí, en vez de solamente paralelas; y las líneas siguen la forma de la composición, en vez de ser completamente rectas.
La recomposición del tono surge en el ojo del espectador gracias a la persistencia de las imágenes luminosas sobre la retina; efecto que permite obtener una equivalencia cromática del área reintegrada con respecto al original adyacente.
En este ejemplo presentado para la técnica del Tratteggio, se aprecian claramente las diferentes tonalidades que recrean el tono ocre utilizado en la pintura original que cubre la voluta.
También es muy característica la dirección que toman las líneas siguiendo la forma del volumen. De esta forma (a diferencia del Rigattino), logran crear un efecto visual ilusorio óptimo en el volumen, que visto a cierta distancia, la intervención queda más disimulada.
Título: Fragmento del mural del
altar de la Iglesia de Fuentelsaz
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Tipo: Relieve
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Autor: Desconocido
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Año: Siglo XIV
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Técnica: Tratteggio
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Dimensiones: Desconocido
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Localización: España
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Periodo: Gótico
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